"Soy FELIZ en la vida, soy FELIZ dando vida"

Soy mama primeriza de Mellizos-Prematuros full time y he encontrado la felicidad y el equilibrio en esta aventura que es su crianza, a través de este blog compartiré mi propia experiencia con todos aquellos que comiencen la misma aventura intentando que sus vidas sean un poco más FELICES

lunes, 23 de julio de 2012

Los días previos al parto (Una sucesión de casualidades)

Llevo mucho tiempo poniéndome delante del ordenador para escribir sobre mi parto y siempre lo dejo a medias porque mi parto en como una herida y cuando hay una herida hablar o escribir sobre ella hace que vuelva a sangrar una y otra vez, a veces enterramos las cosas que nos hacen daño en la parte más profunda de nuestra memoria como si así fueran a olvidarse, pero eso nunca ocurre y vuelven a tu mente una y otra vez, así que contar mi experiencia puede ser entendida como una “curación emocional”.

Como os contaba me ha costado mucho escribir sobre mi experiencia pero una vez he desbloqueado ciertos aspectos me he embalado y no podía para de escribir, así que voy a dividirlo en 2 post para que no se haga tan pesado, en este os hablaré de los días previos al parto y en el siguiente sobre mi parto no soñado.
Un embarazo gemelar puede acarrear un alto riesgo pero en mi caso fue un embarazo sin contratiempos, bastante tranquilo hasta el séptimo mes cuando tras una infección de orina la princesita decidió aprovechar las contracciones para darse la vuelta y colocarse de nalgas, parece que no estaba muy a gusto en esta nueva postura porque las contracciones eran continuas, así mi embarazo terminaría con una prescripción médica de reposo absoluto porque tras una ecografía y posterior doppler  se confirmaba que los mellizos prácticamente no habían ganado peso el último mes de embarazo, a pesar de que todo parecía estar bien, no se sabía porque habían dejado de crecer pero sí que se veía que la niña venía de nalgas así que por el riesgo que conllevaba un parto gemelar con unos bebes tan chiquitines el ginecólogo me aconsejó programar una cesárea, yo como madre primeriza me deje guiar por su profesionalidad y pusimos fecha para el nacimiento: sería un martes por la mañana 15 de febrero (post San Valentín), hasta entonces debía comer todo lo posible y guardar todo el reposo que pudiera para asegurarme que los bebes ganaban unos gramillos muy necesarios en su peso estimado (1.500 y 1.700 gr.), así que pasé toda la semana sin pisar la calle, del sofá a la cama y de la cama al sofá, además mi marido estaba en casa por un esguince que no se le terminaba de curar, así que estaba muy bien atendida.
El jueves por la mañana me entraron unas ganas locas de comer calçots, era un deseo irrefrenable ¿serían los típicos antojos de embarazada? Mi marido no se atrevió a llevarme la contraria y me dijo que iba a buscar el coche y me esperaba en la puerta de casa para que no tuviera que andar nada hasta mi restaurante favorito donde hacen unos calçots riquísimos, el plan era perfecto: me recogía en la puerta de casa y aparcaba en la puerta del restaurante para que pudiera continuar con mi reposo y a la vez saciar mi antojo, cuando me llamó al portal yo como siempre salí de casa y me decidí a cerrar la puerta, ante mi sorpresa la llave se partió en 2 quedando parte dentro de la cerradura y parte en mi mano ¡Increíble! Jamás hubiera imaginado que esto era posible…baje al coche muy asustada por lo ocurrido y tan pronto me senté en el asiento del copiloto saltó una alarma del coche que indicaba “bloqueo volante”, mi marido intentó tranquilizarme diciéndome una y otra vez que no pasaba nada y que arreglaríamos todo después de comer.
Comimos de maravilla, pero al salir del restaurante continuaron las sorpresas: el coche no arrancaba, aquella alrma que saltó cuando yo entre al coche seguía encendida y esta vez había bloqueado el coche entero así que nos tocó llamar a la grúa y a un taxi para que viniera a recogernos, en ese momento empezaron mis contracciones, al principio cada 15 minutos, luego cada 10 y cuando llegábamos a casa cada 5 minutos…además no podíamos entrar en casa hasta que no solucionáramos el tema de la cerradura, decidí llamar al ginecólogo para informarle de las contracciones tan seguidas a pesar de que me encontraba perfectamente y no tenía dolor alguno, el ginecólogo en un tono un tanto alarmista fue muy claro en sus instrucciones: “Es un embarazo gemelar ¡Ven al hospital inmediatamente!”, y así lo hice, fui al hospital donde me confirmaron que había dilatado 2 cm. y me recomendaron ingresarme para poner un tratamiento vía intravenosa para controlar las contracciones y así intentar aguantar hasta la semana 36 ya que un día en el útero equivale a 3 días de incubadora, así que el tiempo era oro para que los mellis se terminaran de formar , esta vez no podría levantarme ni para ir al baño, era reposo absoluto con controles por monitores mañana y tarde para ver el estado de los bebes, las contracciones pasaron inmediatamente al ponerme el gotero, pero en el momento en que me retiraron la medicación volvimos al mismo punto en que habíamos dejado el parto: contracciones cada 5 minutos, sin dolor alguno pero contracciones, se lo comuniqué a la matrona y me hizo una exploración que confirmó que había dilatado otro centímetro y que la niña estaba muy acelerada, así que iba a avisar al ginecólogo, a los 5 minutos volvió a la habitación eran las 17,45 h y me dejó helada con sus palabras: “El equipo médico estaba de camino, a las 18 h teníamos reservado un quirófano para hacer una cesárea de urgencia”. La noticia me pillo desprevenida, no pude reaccionar porque no me lo esperaba, en 15 minutos pasaríamos de ser 2 a ser 4 y mi mente no lograba asimilarlo, yo no tendría que hacer nada y sin mas me habría convertido en madre ¡Que sensación tan extraña! No sabía si reír o llorar, tenía muchas ganas de verlos pero tenía miedo por lo pequeñitos que iban a nacer, era miedo a lo desconocido, miedo al quirófano, miedo a la anestesia, miedo a todo, lo único que me calmaba es que estaba segura de que los niños iban a nacer muy sanos, eso no me preocupaba, algo me decía que todo iba a salir bien.

8 comentarios:

  1. Me dejas en ascuas, jo que mala suerte con la llave y con el coche, menos mal que salió bien todo. Espero impaciente la segunda parte.besos

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    1. Jajaja!! Esto parece una nueva estrategia de Marketing..prometo publicarla esta semana ;)
      Fué todo muy extraño la verdad, porque la niña tambien llevaba de cabeza desde la semana 20 y justo al final del embarazo y con tan poco espacio..va y se da la vuelta!

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  2. Ufff me dejas con la intriga hasta tu próximo post... en mi caso fuí a una revisión rutinaria y el ginecólogo decidió que allí me quedaba porque el niño llevaba tiempo sin crecer... en ningún momento barajaron un parto vaginal dado el peso de los dos peques y como puse cara de susto el ginecólogo tubo a bien citarme para mi cesárea al día siguiente. No fué para nada mi parto imaginado, pero lo importante fué el resultado.
    En mi caso nunca llegué a hacer reposo, simplemente mi ginecóloga de la clínica donde hice la FiV me recomendó vida relajada y eso hice todo el tiempo, tube un embarazo maravilloso, lástima que al final todo se adelantara... ya nos contarás.

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    1. Estoy contigo en que lo verdaderamente importante es el resultado y no el parto en sí, pero a veces deja un sabor agridulce muy dificil de eliminar por completo.
      Veo que en tu caso tambien dejaron de crecer ¿Te llegaron a decir porque era? Los mios al nacer vieron que los cordones eran muy finitos y puede que les llegase poco alimento, ya me contarás.
      Saludos y gracias por comentar.

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    2. Nunca me dijeron el por qué y sinceramente tampoco pregunté... de todas formas los míos fueron pequeñitos desde el principio, en todo momento me dijeron que iban bien pero que eran peques, llegó un punto en que el niño se estancó y la niña seguía creciendo muy poco. Si es cierto que en mi caso yo engordé muy poco aunque comía bastante, de hecho los tres primeros meses de embarazo perdí 5 kilos y la barriga me salió con 5 meses y nunca fué una barriga exagerada. Mi ginecóloga de la clínica de fertilización me recomendó (a pesar de no ser ella la que me lelvaba el embarazo) que descansara todo lo que pudiera par aintentar que todo el alimento les llegara a ellos. Y es cierto que tube una vida muy relajada pero también he de admitir que las dos últimas semanas antes de tenerlos tube una vida ajetreada de más... en fín nunca lo sabré y me arrepiento de no haber preguntado.
      Es cierto que nos queda un sabor agridulce, pero afortuandamente todo salió bien.

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    3. Yo tambien me engordé muy poquito para ser melizos (10 KG. en todo el embarazo) y tampoco paraba de comer, al final me hinchaba a donuts y demas guarradas a ver si así engordaba un poco mas pero no huvo manera...ahora ya peso 5 kg. menos que antes de quedarme embarazada, no me da tiempo a engordar con los 2 trastos que tengo en casa...

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  3. Vaya nos dejas con la intriga jeje, y que incidentes más oportunos precisamente en ese día, y de cuántas semanas estabas? te quitaron la medicacion porque ya cumplías? casi nunca tenemos el parto que esperamos por eso es mejor no idealizarlo demasiado, nunca sabemos lo que nos espera, espararé el suiguiente post. Besos!

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    1. Buenas Yasmin! Estaba de 35 semanas cuando me ingresaron y cuando nacieron de 35,5, la medicación me la quitaron porque el tratamiento duraba 48 h y había algo de sufrimiento fetal por parte de la niña.
      Estoy contigo en que solemos idealizar bastante las situaciones, pero es muy duro sentir que no es tu cuerpo el que esta dando a luz.
      Un abrazo y gracias por tu coment.

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